Javier Corral se hace la víctima cuando ha sido victimario de la libertad de expresión.
Como intolerante que es, se niega a aceptar la mínima crítica y en cambio usa sus influencias para silenciar a sus detractores.
Ahora frente a una demanda que le hace Televisa por no haber pagado sus adeudos de campaña, dice que esto responde a una persecución política.
Hay una pregunta ineludible:
¿Por qué a más de un año de haber terminado la campaña el senador Corral no ha pagado?
Todo parece señalar que el senador pensó que la cuenta podía olvidarse y tal vez él en su mente autoritaria pensaba que podía manejar la nueva ley como si fuera una espada de Damócles sobre los concesionarios.
Lo cierto es que un legislador no puede ni debe manejar sus intereses personales y mezclarlos con los temas de la agenda legislativa.
Ya en el pasado dio muestras fehacientes de falta de probidad moral. Hay un testimonio de que aceptó un sobre con dinero para un medio en el que escribía; el senador hizo correr de la radio a un analista que lo crítico y luego lo difamó, eso sí, se aprovechó que la procuraduría controlada por su partido dio por liquidada la demanda. Hoy grita contra los medios que dan a conocer que una empresa lo demanda civilmente porque no liquidó sus deudas de campaña.
En qué manos esta el senado, ¡qué horror!
Marlos Kax
y este tipo queria ser gobernador de Chihuahua.
Gracias a El Reto #310