Este era un pobre mago que se subió a un autobús que iba llenísimo, a plena hora pico cuando toda la gente cansada se dirigía a sus casas. El mago gritaba: – “Señoras y señores …muy buenas tardes, para amenizar su viaje les voy a hacer magia”. Ninguna persona la hacía caso al mago mientras aparecía un ramo de flores ¡¡¡Taraaaannnnn!!!” Como nadie lo peló, se encabrona el mago y les dice:
“Voy a hacer que se eleve éste pinche autobús… 1, 2, 3”
Y entonces el autobús que se eleva; toda la gente asustada le grita: “¡¡¡Bájalo, bájalo por favor!!!”
“No que no me creían cabrones?? Aaaah, verdad? Si quieren que baje el autobús, soplen todos” -les dijo el mago.
Toda la gente empezó a soplar con madres y el autobús empezó a descender.
La gente estaba emocionada y le pidieron otro truco al mago y este Les dijo:
“Voy a hacer que a ese viejito de 90 años se le pare la pirinola… 1,2,3”
Y que se le para la pirinola al viejito. Los pasajeros exclamaron “Ooohhhhhhhh” y el viejito muy apurado grita: -CHINGUE A SU MADRE EL QUE SOPLE!!!