Bajate chachalaca

De una vez por todas y antes que me tachen de partidista y todo eso. Yo no pertenezco a ni un partido político, gracias a dios. Y de una vez les digo que si voy a ir a votar y también les voy a decir por quien.
Voy a tachar a los 5 candidatos a la presidencia. En otras palabras voy a ir a la urna y anulare mi voto.
Por que?
Por que creo yo, en mi opinión, que ni uno de los 5 merece mi voto. Ya que en mi opinión ni uno de ellos satisface mis necesidades como ciudadano, además estamos cansados de las falsas promesas que hacen. Si me preguntan cual es el menos peor puedo decir uno de los 5 candidatos, pero en esta ocasión no lo voy a hacer. Desde hace tiempo me he proclamado en contra de AMLO por muchas razones.

Pienso yo que para que México sobresalga necesita la izquierda pero no la de López. Esa ni es izquierda.
Esta vez les voy a decir otra de las razones por la cual estoy en contra de Andrés López.

Hemos visto lo prepotente que es Andrés López en estos últimos meses/días. Que no quiere ir al debate, callando a la máxima autoridad en el país, y la famosísima entrevista de Víctor Trujillo donde no quiso contestar siete simples preguntas de cultura general.

Hoy mientras reviso los feeds de varios blogs que leo. Me encontré con esto.
Andrés Manuel López Obrador pidió a Nico (su chofer) parar la camioneta y bajo al reportero Jorge Armendáriz de Radio Noticias 920 a 20 Km. de la caseta de cobro en la carretera Cuauhtemoc – Parral.
Y saben por que?
Por que Jorge Armendáriz le pregunto a AMLO que cual era su opinión de que haya más feminicidios en el DF que en Chihuahua.

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Claro esta que esto fue redactado por un miembro del partido acción nacional,
aunque no lo dudo que haya pasado. Si alguien tiene más información de esto.
Hágala llegar al correo.

Con todo esto que hace López obrado demuestra lo prepotente y lo malo que puede ser como presidente. Aunque les duela a todos los perredistas, Andrés Manuel López Obrado es PRIista de los antigüitos disfrazado de amarillo.

La solución es la izquierda pero no la que disfraza AMLO.

via malo

10 thoughts on “Bajate chachalaca

  1. Es cierto, ninguno de los candidatos vale la pena, sin embargo, la gente de bajos recursos o con menos estudios, ven en Lopez Obrador una esperanza que simplemente no existe. Pero el Sr ha demostrado ser muy inteligente, hablandole a esa gente de lo que quieren oir… una prosperidad casi inmediata.
    No lo defiendo, creo que votare igual que El Canibal, aunque en cierta forma, un gobierno izquierdista(aunque sea puro paro) nos beneficiaria, ya que gran parte de los gobiernos sudamericanos son de esa indole.
    Por lo pronto… TODOS UNIDOS ESTRE PRIMERO DE MAYO… QUE SERA RECORDADO POR LA HISTORIA COMO… EL DIA EN QUE UNOS CAMPESINOS PUSIERON DE RODILLAS AL PAIS MAS PODEROSO DEL MUNDO… VIVA MEXICO #$%^&*() !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
    Saludos

  2. en mi humilde opinion, no se si soy yo, o que, pero no le veo el sentido en ir hacer un voto nulo,
    cierto, ninguno llena las expectativas, la vida no es color de rosa, pero asi como queremos anular nuestro voto asi deberiamos mantener la boquita callada si despues el pais sigue como esta o aun peor simplemente porque no ejercimos nuestro derecho correctamente, si lo hicimos y aun asi va mal pues ni modo, al menos supimos que hicimos lo que teniamos que hacer.
    si nos da asco mexico, si nos quejamos de toda la mierda que hay, el mundo es grande o no?

  3. LOPEZ, ¿UN PELIGRO?

    .

    Resulta triste para un grupo de fundadores del PRD, y para lo que sobra de la ya relegada izquierda que intentó con ese partido tener una alternativa democrática, comprobar, un dia si y otro también, que efectivamente el señor López ha secuestrado al partido y como, progresivamente, este se convierte en una estructura oportunista y dictatorial, muy diferente a lo que ellos planearon.

    Concretamente en el caso del señor López, si analizamos desapasionada y cuidadosamente los datos disponibles, y haciendo a un lado los delirios exculpatorios de un “complot”, que involucra a cualquiera que no piense como él, encontraremos antecedentes que nos obligan a considerarlo como un muy posible problema para la nación. ¿Cuales?

    Primero y lo mas grave. Por su ahora ya inocultable personalidad, misma que lo hace mostrarse intolerante, autoritario, suspicaz y profundamente resentido, incapaz de aceptar que está equivocado aunque se le demuestre su error. Manda “al diablo” lo que no le agrada.

    Por su desprecio a quienes no piensan como él, descalificándolos no con argumentos, sino con motes despectivos, (pirruris, maximilianos, señoritingos, chachalacas, etc.).

    Por el equipo que lo rodea, integrado en gran parte por oportunistas, demagogos y políticos de tormentoso pasado. Favor de revisar las listas de candidatos y asesores.

    Por carecer de palabra. Se “raja” cuando así le conviene.

    Por transitar por el peligroso camino que lleva a la radicalización de la sociedad, habiendo sido, innegablemente, el iniciador del discurso de la vindicación, el resentimiento y la descalificación.

    Por su simbiosis con las sentinas del periodismo escrito y radial. Periódicos facciosos, columnistas y editorialistas arrogantes y carentes de objetividad, maestros de la mentira, el sesgo y la calumnia, que destilan odio y rencor en cada editorial.

    Por que si gana este señor, y nos endilga como censor a un tipo como Batres, Gómez o Arreola, irremediablemente deberemos irnos olvidando de criticar las acciones del, para entonces, sacrosanto Gobierno.

    Y por si faltara algo: Por ignorante.

    Respetuosamente:

    Alejandro Vázquez Cárdenas
    drvazquez4810@yahoo.com

  4. Yo pienso que se equivocan muy gacho al decir que van a anular su voto. Desgraciadamente, nosotros no escojemos los candidatos, pero deben pensar que al menos uno, medio congenia con lo que ustedes piensan. Piensen tambien en las matematicas, cada voto que ustedes echen a perder, es como regalarselo a andres lopez, ya que tiene mucha fuerza desgraciadamente. Ahora, esta mal que lo diga, pero piensen mejor en que deben votar en contra de el y no anular su voto

  5. PRIMERA PARTE

    Si López Obrador nos quiere engañar con sus propuestas de gobierno, no será la primera ni la última vez que lo intente. Es su costumbre.
    Pero se necesita atención médica urgente para quienes le crean sin siquiera percatarse que López Obrador no viene de la oposición sino de ejercer el gobierno durante cinco años en la capital del país.
    Así es que sus promesas —50 puntos— tienen que medirse con el rasero de lo que hizo como gobernante.
    Promete mejorar la seguridad. ¿La mejoró?
    Promete aumentar el empleo. ¿Lo aumentó?
    Promete cobrar mejor los impuestos. ¿Fue más eficiente para cobrar?
    Promete combatir a fondo la corrupción. ¿La combatió?
    Promete reordenar la deuda pública. ¿La reordenó?
    Promete respetar la autonomía del Legislativo. ¿La respetó?
    Promete acatar las leyes y las resoluciones del Poder Judicial. ¿Las acató?
    Promete bajarse el sueldo a la mitad él y sus secretarios. ¿Se lo bajó?
    Promete mejorar la atención en el IMSS y en el ISSSTE. ¿La mejoró en los centros de Salud del DF?
    Promete elevar la calidad de educación. ¿La mejoró?
    Promete no usar el cargo para ayudar amigos ni para destruir adversarios. ¿No lo usó?
    Está bien que seamos un país desmemoriado, pero no puede haber tanto cinismo como para olvidar que López Obrador gobernó la capital del país los últimos cinco años.
    Como si viniera de un largo retiro espiritual en el Tibet o en Bután, López Obrador se asombra de que precandidatos de otros partidos tengan spot en televisión y dice que él no tiene dinero para hacer campaña.
    Desde el inicio hasta el último día de su gobierno, López Obrador abrumó con propaganda en televisión.
    No hay en la historia de México un gobierno, local o federal, que haya gastado más en la imagen del gobernante que el de López Obrador.
    En Big Brother, en los juegos América-Chivas, en la liguilla, en la final, en los partidos de la selección, en los noticieros, en la mañana, en las telenovelas, en las películas, en la noche, en los canales nacionales, en los locales… hasta en la sopa aparecía López Obrador.
    Fue tan ostentosa la campaña personal de López Obrador en televisión con dinero público, que Alejandro Encinas determinó, en sus primeras medidas, que desaparezca la imagen del jefe de Gobierno de la propaganda oficial.
    Nadie como él ha gastado tanto dinero en encuestas personales, con dinero tomado del cargo que ocupó, para medir la evolución de su popularidad y cómo mantenerla.
    El propio Gobierno del DF informó que pagó 260 encuestas durante la administración de López Obrador, de las cuales 241 fueron para conocer los niveles de su popularidad y la aceptación ciudadana de su persona.
    En el último tramo de su gobierno mandó a las “gacelas”a adiestrarse a Israel con dinero del erario, pero aseguró que no se las llevaría a la campaña porque no necesitaba guaruras. Hoy están en su campaña y lo cuidan a él y a su familia.
    Dice que no tiene dinero, pero durante el proceso de desafuero había 23 spots diarios en televisión, pagados por la asociación civil “No Nos Vamos a Dejar”, que encabezó Alejandro Encinas y que nunca rindió cuentas.
    Dice que no tiene dinero, pero a algún lado se van las cuotas de los trece mil taxis piratas del grupo “Panteras” que pagan al Frente Popular Francisco Villa, del PRD.
    Dice que no tiene dinero, pero a algún lado van las cuotas que pagan los 100 mil ambulantes controlados por organizaciones lideradas por René Bejarano en nueve delegaciones.
    Dice que no tiene dinero, pero a algún lado van las cuotas que semana a semana pagan los giros negros a las autoridades delegacionales del PRD para poder operar.
    Dice que no tiene dinero, pero en algún lugar está lo que le descontó a los burócratas durante su desafuero, a razón de diez mil pesos a directores; seis mil 400 pesos a subdirectores; cuatro mil 900 a jefes de Unidad Departamental; cuatro mil 100 a Coordinadores de Proyecto; y tres mil 200 a Enlaces Administrativos.
    Dice que no tiene dinero, pero en algún lugar está lo que obtenía su secretario particular con las extorsiones a contratistas para agilizar los pagos de obras realizadas, como todos pudimos ver en televisión.
    Dice que no tiene dinero, pero por alguna razón las obras más importantes de su gobierno se realizaron por la vía de la adjudicación directa.
    Dice que no tiene dinero, pero cuando la mayoría perredista de la Asamblea aprueba en comisiones que se construyan edificios de seis a diez pisos en Coyoacán y Álvaro Obregón (San Ángel), más “corredores urbanos” con cantinas y centros nocturnos en esas delegaciones, suena precisamente a eso que López Obrador dice que no tiene: dinero.
    Dice que no tiene dinero, pero entregó a dos constructoras privadas 38 hectáreas de Santa Fe a cambio de los puentes de la avenida de Los Poetas. La obra costó a esas empresas 850 millones de pesos, y dividieron el terreno en 600 lotes de a dos millones de pesos cada uno, con lo que obtendrán mil 200 millones de pesos. Eso les dejará a los socios del GDF una ganancia neta mínima de 350 millones de pesos. ¿No tiene dinero para la campaña?
    Bueno, pero vamos por partes.
    López Obrador promete garantizar la seguridad pública. Bien. ¿La garantizó en el Distrito Federal, donde gobernó hasta hace muy poco?
    Bajo su administración los secuestros se duplicaron. Sólo en lo que se refiere a denunciados, hubo 913 plagios de alto impacto y alrededor de seis mil de tipo exprés, lo que da —según las cifras oficiales—, unos siete mil secuestros durante los cuatro años y ocho meses de su mandato.
    Treinta y nueve plagiados fueron asesinados durante su cautiverio, de los cuales 14 eran menores de edad.
    En el Distrito Federal se da el 44 por ciento de los secuestros que se realizan en el país. Al inicio del gobierno de López Obrador, era sólo el 25 por ciento.
    En la actualidad hay 287 secuestradores, con orden de aprehensión, que están libres en el Distrito Federal.
    De acuerdo con cifras del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, la capital del país es la segunda ciudad del mundo con mayor cantidad de secuestros.
    Ocupamos el primer lugar mundial con más asesinatos de automovilistas y con más asaltos a transporte de carga.
    Entre 2001 y 2004, el narcomenudeo creció en el Distrito Federal en 762 por ciento, de acuerdo con el reporte de la Procuraduría General de la República llamado Problemática Social generada por el narcomenudeo.
    Ahí la PGR asienta que el número de tienditas en las que se vende droga en el Distrito Federal es de dos mil 111 expendios.
    El informe asienta que la subsecretaría de Servicios Educativos informa que 62 mil estudiantes de secundarias públicas del Distrito Federal, ya son consumidores de drogas.
    En total se comercializan 18 mil kilos de droga al menudeo al año aquí en la capital de la República.
    Sólo en robo de vehículos el gobierno de López Obrador puede presumir que hubo un descenso durante su administración, pero ese delito ha disminuido en todo el país.
    En diciembre del año pasado, el Gobierno del DF admitió que fue incapaz de reducir los delitos en 15 por ciento como ofreció.
    Y cuando cientos de miles de capitalinos marcharon en demanda de seguridad pública, López Obrador dijo que eran pirrurris movidos por una mano negra.
    ¿Ese es el que va a garantizar la seguridad pública si llega a Presidente?

    SEGUNDA PARTE

    Como Andrés Manuel López Obrador, candidato presidencial del PRD, viene de ejercer el gobierno en la capital del país durante casi cinco años, sus propuestas de campaña no pueden tomarse como las de un candidato que pide el beneficio de la duda.
    Su paso por el Gobierno del Distrito Federal permite contrastar lo que promete hacer como Presidente y lo que hizo como gobernante de la capital.
    El candidato López Obrador promete aumentar el empleo en el país. ¿Lo aumentó en el Distrito Federal como gobernante?
    Las cifras del INEGI dicen que no. Al contrario, el Distrito Federal aparece como la ciudad con mayor índice de desempleo en México.
    Las estadísticas que abarcan de enero de 2001 a diciembre de 2004, reportan para el Distrito Federal una tasa de desempleo abierto por encima de la media nacional.
    En el primer año de gobierno de López Obrador, 2001, el DF tuvo una tasa de desempleo abierto de tres por ciento, contra 2.5 de la media nacional.
    En 2002 el Distrito Federal volvió a registrar tres por ciento de desempleo, mientras la media nacional fue de 2.7 por ciento.
    Para 2003, la tasa de desempleo en el país subió y alcanzó el 3.2 por ciento, pero el Distrito Federal aumentó más todavía: se fue a 3.6 por ciento.
    Aún faltaba lo peor: 2004. En el país la media nacional del desempleo fue de 3.7, mientras la tasa de desempleo abierto en la capital del país llegó a 4.7 por ciento.
    Es decir, el crecimiento del desempleo en el Distrito Federal arrastró el promedio nacional hacia la baja.
    El presente año no arroja cifras alentadoras para la capital del país.
    Durante el primer bimestre de 2005 se crearon 103 mil 399 empleos formales en el país, pero en el Distrito Federal la creación de empleos fue negativa pues se perdieron dos mil 236 empleos formales, según las cifras dadas a conocer por la Unidad de Planeación de la Secretaría de Hacienda.
    Así, mientras en la entidad gobernada por López Obrador se perdieron empleos formales, en Aguascalientes se generaron dos mil 239 plazas, tres mil 957 en Coahuila, cinco mil 558 en Chihuahua, ocho mil 244 en Jalisco, siete mil 493 en el Estado de México, dos mil 880 en Michoacán, 10 mil 165 en Nuevo León, etcétera, etcétera. Hasta en Chiapas se crearon empleos, mientras en el DF hubo un retroceso.
    ¿López Obrador va a aumentar el empleo en el país?
    ¿El gobernante que peores resultados dio en generación de empleos, va a abatir cesantía cuando llegue a la Presidencia?
    Quien se quiera dejar engañar, allá él. Pero que no diga que no se le informó a tiempo.
    Promete el candidato López Obrador que va a “reordenar la deuda pública” cuando llegue a la Presidencia.
    ¿La reordenó como gobernante de la capital?
    Todo lo contrario.
    El incremento de la deuda del Gobierno del Distrito Federal y la falta de ingresos propios han puesto a la capital del país en situación próxima al “riesgo financiero”, según el Auditor Superior de la Federación.
    En efecto, la Auditoría Superior de la Federación entregó a la Cámara de Diputados su más reciente revisión al rubro “endeudamiento” del Gobierno del DF, en el que asienta:
    “Se detectó que, en el mediano plazo, la sostenibilidad fiscal (del GDF) se verá afectada negativamente ya que los ingresos disponibles se han estancado, mientras que el nivel de pagos de los servicios de la deuda se incrementará significativamente”.
    Los años de riesgo para el Distrito Federal identificados por la ASF son 2007, 2008 y 2009, justo los tres siguientes a la despedida de López Obrador del gobierno capitalino.
    Y apunta el órgano fiscalizador que “en el mediano plazo los ingresos propios continuarán en una situación de estancamiento”.
    Vamos por partes.
    Cuauhtémoc Cárdenas dejó el gobierno capitalino en 1999 con una deuda de 22 mil 962 millones de pesos.
    Al cierre de 2004 faltaban apenas dos mil millones de pesos para que esa deuda se duplicara, pues el endeudamiento del gobierno de López Obrador alcanzó la cantidad de 42 mil 310 millones de pesos.
    Esa cifra es superior al 50 por ciento del presupuesto anual aprobado para todo el Distrito Federal en este año 2005.
    El DF concentra alrededor del 10 por ciento de la población total del país, pero la deuda del gobierno capitalino representa el 33.35 de la deuda de todos los estados del país, que asciende a 122 mil millones 851 mil 400 pesos.
    ¿López Obrador va a reordenar la deuda del gobierno de la República?
    ¿El jefe del gobierno más endeudado del país, va a componer las cosas en materia de deuda?
    Si se quieren dejar engañar, adelante.
    El candidato López Obrador promete “enfrentar la evasión fiscal” y “cobrar mejor los impuestos” cuando sea Presidente.
    Muy bien. Pero, ¿mejoró el cobro de impuestos en el Distrito Federal cuando gobernó?
    Las cifras del gobierno capitalino, contenidas en la cuenta pública de los años 2001, 2002, 2003 y 2004, disponibles en la página electrónica del GDF, dicen exactamente lo contrario.
    En el rubro “ingresos propios”, que es decir impuestos, derechos y aprovechamientos, el gobierno de López Obrador obtuvo en 2001 la cantidad de dos mil 626 millones 701 mil pesos menos de lo proyectado.
    Similar fue el comportamiento en 2002, año en que captó 242 millones 537 mil pesos por debajo de la meta.
    En 2003 se aproximó a su pronóstico, pues dejó de obtener únicamente 27 millones 421 mil pesos. Sin embargo, en 2004, el GDF dejó de percibir, es decir, de cobrar, mil 685 millones 900 mil pesos.
    ¿Cómo fue la caída en la recaudación en 2004? La Comisión del Distrito Federal de la Cámara de Diputados la desglosó de la siguiente manera:
    Caída en impuestos en general: 4.6 por ciento.
    Caída en ingresos por concepto de impuesto predial: 8.2 por ciento.
    Caída en impuestos por adquisición de inmuebles: 11.7 por ciento.
    Caída en ingresos por tenencia de vehículos: 9.9 por ciento.
    Caída en ingresos por rifas, loterías y sorteos: 13.7 por ciento.
    Caída en ingresos por cobro de agua: 8.9 por ciento.
    Esas son las cuentas del gobernante que ahora como candidato presidencial dice que va a incrementar la recaudación en el país.
    Ése es el que dice que va a enfrentar la evasión fiscal.
    Sí, es el mismo que promete combatir a fondo la corrupción, respetar la autonomía del Poder Legislativo, acatar las resoluciones del Poder Judicial y bajarse el sueldo a la mitad, él y sus secretarios.
    La próxima semana veremos cómo también en esas promesas una cosa es decir y otra muy distinta es hacer. Por lo menos, en el caso de este personaje.

    TERCERA PARTE

    López Obrador promete “combatir a fondo la corrupción” (punto 39).
    Muy buen propósito del candidato presidencial, pero ¿la combatió a fondo como jefe de Gobierno del Distrito Federal?
    Su principal operador político, secretario particular, René Bejarano Martínez, fue al reclusorio por cobrar cantidades millonarias al contratista Carlos Ahumada para agilizarle pagos de obras ejecutadas.
    López Obrador nunca se deslindó de manera categórica de Bejarano. Dijo y repitió que el video donde se captó a Bejarano embolsándose puños de dólares y diciendo que todo lo que él hacía “lo sabe Andrés”, era un complot de la derecha.
    Si Bejarano salió libre fue por una débil acusación del Gobierno del DF, que le puso como fiscal a un amigo suyo.
    El funcionario que López Obrador puso al frente de las finanzas de la ciudad, Gustavo Ponce, está preso en La Palma, al ser descubiertos sus traspasos millonarios, en dólares, hacia cuentas en Estados Unidos.
    La noche en que se vio a Ponce en Las Vegas jugando fuertes sumas de dinero, López Obrador no lo arraigó ni le puso vigilancia para evitar que huyera. Al contrario, le brindó la cobertura necesaria para escapar.

    López Obrador prometió que al día siguiente su secretario de Finanzas daría una explicación de ese video, y exigió “derecho de réplica” a la televisión para que Ponce argumentara en su descargo.
    En esas horas valiosas, Gustavo Ponce pudo ir a su oficina, sacar papeles comprometedores, dejar en blanco el disco duro de su computadora y darse a la fuga.
    “Yo soy honesto, respondo por mí, y no por lo que hagan otros”, dijo López Obrador a manera de justificación. Eso es tanto como decir que una persona es responsable de su cabeza, pero no de lo que hagan sus brazos y sus piernas.
    La Contraloría de López Obrador estudió los casos de Ponce y de Bejarano y resolvió no aplicar sanción alguna.
    ¿Ése es el que va a combatir a fondo la corrupción cuando sea Presidente de la República?
    ¿Va a combatir desde la Presidencia la corrupción que dejó correr desde la jefatura de Gobierno?
    ¿Él va a combatir la corrupción en el país, cuando en el DF mantuvo en secreto toda la información de contratos y licitaciones de su gobierno?
    ¿La va a combatir el que dejó correr las relaciones de su gobierno con los taxis pirata?
    ¿La va a combatir el que dejó correr la relación de las delegaciones con los giros negros y la prostitución?
    ¿La va a combatir el que durante su gobierno se multiplicó el ambulantaje gracias a la complacencia de los funcionarios encargados de frenarlo?
    Una cosa es lo que López Obrador promete en campaña, y otra muy distinta es lo que hizo al frente del gobierno de la capital.
    Lo que ocurrió en esos rubros durante su administración nos muestra que el destino de México con López Obrador es ser Tepito a lo grande.

    Promete el candidato López Obrador respetar la autonomía del poder Legislativo. ¿La respetó el jefe de Gobierno Andrés Manuel López Obrador?
    Cuando el Poder Legislativo iba a votar la reforma al artículo 123 de la Constitución para que el GDF participe en el pago de la educación en la capital, como ocurre en los estados, el PRD tomó por la fuerza la Cámara de Diputados en dos ocasiones.
    Como al GDF no le gustó lo que ahí se iba a votar, desde la subsecretaría de Gobierno encabezada por Martí Batres se orquestó la toma de San Lázaro.
    Los diputados del PRD en la Asamblea Legislativa fueron hasta la Cámara federal. Entraron con engaños, ayudados por Dolores Padierna, y a manotazos se apoderaron de la sesión para impedir que ahí se votara la reforma constitucional.
    Esos diputados de la Asamblea del DF, como se pudo conocer por una grabación hecha pública, fueron dirigidos desde la subsecretaría de Gobierno por Martí Batres, quien mantuvo comunicación permanente con la líder de los que asaltaron la Cámara: la diputada local Alejandra Barrales.
    Es decir, desde el poder ejecutivo del Distrito Federal Martí Batres usó a diputados locales para que tomen la sede del Poder Legislativo federal en dos ocasiones y así impedir que ese poder tomara una decisión mayoritaria.
    ¿Qué sanción impuso López Obrador al subsecretario Batres?
    Ninguna.
    ¿Ése es el que promete respetar la autonomía del Poder Legislativo cuando llegue a Presidente?
    También promete el candidato acatar las leyes y las resoluciones del Poder Judicial. ¿Las acató como gobernante?
    Su máxima de que “la justicia está por encima de la ley” podría sintetizarlo todo.
    Si él como gobernante decide qué es justo y qué no lo es, ¿para qué sirven las leyes?
    Pero la huella que dejó López Obrador en el maltrato a las resoluciones judiciales es demasiado honda como para no recordarla.
    López Obrador dañó, de manera irreversible, esa joya de la jurisprudencia mexicana que es el derecho de amparo.
    Se lo acabó.
    Él violó un amparo y los afectados siguieron un juicio que obligó a la PGR a solicitar el desafuero de López Obrador para ponerlo en manos de un juez, ya que dos instancias judiciales dictaminaron previamente que había incurrido en desacato.

    Cuando fue desaforado por la Cámara de Diputados, López Obrador organizó dos manifestaciones gigantescas para presionar al gobierno y al Poder Judicial, y después de esas movilizaciones la PGR resolvió que el jefe de Gobierno sí violó el amparo de los dueños de El Encino e incurrió en desacato, pero como ese delito no tiene castigo entonces no hay delito.
    López Obrador le regaló a la Universidad Autónoma Metropolitana un predio en Santa Fe que tiene dueño y ese dueño contaba con un amparo. No le importó.
    A la empresa española Eumex, el Gobierno del DF le violó media docena de amparos para poner sus estructuras de anuncios comerciales en paradas de autobuses.
    Y a los jueces y a la propia Suprema Corte no los bajó de cómplices de un complot en el cual los magistrados actuaban como ejecutores de consignas políticas.
    ¿Ese es el que ofrece “acatar las leyes y las resoluciones del Poder Judicial”?
    El candidato López Obrador también promete bajarse el sueldo a la mitad cuando llegue a la Presidencia, porque “no es posible que el jefe del Ejecutivo en México gane el doble que otros mandatarios latinoamericanos”.
    Interesante promesa. Pero, ¿se bajó el sueldo como Jefe de Gobierno, o se lo bajó a sus secretarios?
    Nada de eso.
    Cuando dejó el gobierno López Obrador tenía un sueldo mensual neto de 71 mil 692 pesos, que equivalen a unos siete mil dólares.
    Lula, presidente Brasil, percibe un salario de tres mil 300 dólares al mes.
    Kirchner, presidente de Argentina, gana al mes dos mil 56 dólares.
    Lagos, presidente de Chile, tiene un sueldo de cuatro mil 200 dólares mensuales.
    Y en el Gobierno del DF, Nico, su chofer-logístico, se despidió ganando 70 mil 343 pesos, casi siete mil dólares.
    Alejandro Esquer, secretario particular de López Obrador, ganaba 74 mil 379 pesos, que es más de siete mil dólares. Lo mismo los secretarios y el Oficial Mayor.
    Quizá está bien que ganen eso y más, pero… con López Obrador él y su equipo tenían sueldos superiores hasta en el doble y el triple que los principales mandatarios latinoamericanos. Exactamente lo contrario a lo que está prometiendo en sus 50 puntos.
    Como Presidente promete bajarse el sueldo a la mitad junto con sus secretarios. ¿Por qué no se lo bajó como jefe de Gobierno?

    CUARTA PARTE

    Prometer no empobrece, dar es lo que aniquila, dice el dicho que resume el cinismo proverbial de muchos políticos de éste y de todos los países.
    Así es que para saber si un candidato presidencial nos está tomando el pelo, no hay mejor referencia que contrastar sus dichos con sus obras.
    Por eso a López Obrador no hay que aquilatarlo por lo que ofrece hacer cuando llegue al gobierno, sino por lo que hizo durante sus cinco años como gobernante.
    Tres promesas básicas del candidato López Obrador cierran esta serie inicial sobre el privilegio de engañar.
    Promete mejorar la educación para los jóvenes del país.
    ¿La mejoró en la capital del país, que gobernó hasta hace unas cuantas semanas?
    En el Distrito Federal creó la Universidad de la Ciudad de México y la presentó como un modelo a seguir y prueba fehaciente de su compromiso con la calidad educativa. Muy bien.
    ¿Cómo se ingresa a la Universidad creada por López Obrador?
    ¿Qué tan rigurosos son los exámenes de admisión?
    ¿Cuánto importan los conocimientos del aspirante para ocupar un lugar?
    A la Universidad de la Ciudad de México no se entra por medio de un examen, sino a través de una rifa.
    Los estudiantes que logran un lugar en la Universidad creada por López Obrador no fue porque sus conocimientos o el esfuerzo les hicieran conquistar una plaza y así desplazar a otros.
    No entran los mejores. Entran los suertudos.
    Entre los argumentos que la UCM ofrece para justificar que el acceso sea a través de una tómbola, está el que según las autoridades nombradas por López Obrador un examen de admisión resulta inequitativo.
    El rector de esa Universidad, Manuel Pérez Rocha, justificó la ausencia de exámenes en entrevista con el suplemento Campus, que dirige Jorge Medina Viedas en el diario Milenio: “Consideramos que, en rigor, individualmente ninguno de los aspirantes tiene más méritos que otros. Ni el estudiante que viene con mejor promedio, ni el estudiante que obtiene mejor resultado en un examen de 120 preguntas”.
    En la Universidad de la Ciudad de México asistir a clases no es obligación.
    Tampoco hay tareas.
    Y para acreditar una materia no es necesario presentar exámenes.
    Ahí, en la Universidad de la Ciudad de México, cuatro mil 800 jóvenes pierden su tiempo.
    Están engañados con la ilusión de un título universitario que se va a transformar en fracaso a la hora de competir por una plaza en el mercado de trabajo.
    Esa es la Universidad creada por López Obrador.
    ¿Con ese modelo va a mejorar la calidad de la educación en el país?
    Así no vamos a resolver el rezago educativo de nuestro país respecto a nuestros competidores comerciales en un mundo globalizado.
    Como tampoco va a mejorar la economía del país una persona como López Obrador que en la UNAM reprobó Economía en dos semestres consecutivos.
    Ni va a encabezar un gobierno de excelencia el que 14 años después de terminada su carrera todavía estaba presentando exámenes extraordinarios.
    Promete “no usar la Presidencia para ayudar a amigos ni para destruir adversarios”.
    ¿No hizo nada de eso cuando gobernó la capital del país?
    A su secretario particular, René Bejarano, que recibió millones de pesos de parte del constructor Carlos Ahumada en patéticas escenas que todos vimos en televisión, le fincó un cargo endeble y le puso como fiscal a un amigo suyo, según dijo el propio Bejarano.
    Durante su breve estancia en prisión dispuso de todas las comodidades del caso, y pudo dar entrevistas de prensa cuando lo estimó conveniente.
    La Contraloría de AMLO lo exoneró y quedó libre de polvo y paja.
    A Carlos Ahumada, que le dio el dinero para agilizar pagos en el gobierno capitalino, lo metió a la cárcel y ahí lo tienen todavía.
    Cada vez que Ahumada le gana un proceso, la Procuraduría de López Obrador le finca un nuevo cargo.
    Desde luego, tiene prohibido hablar con los medios de comunicación. No puede contar su caso. Ni lo que sabe.
    Gustavo Ponce, el secretario de Finanzas de López Obrador, pudo vaciar su oficina, borrar el disco duro de su computadora, limpiar los archivos y darse a la fuga sin que nadie lo vigilara, luego de aparecer en televisión mientras jugaba en un salón VIP de Las Vegas, a donde movió millones de dólares.
    El Instituto de Vivienda (INVI) del gobierno capitalino ha concentrado el 58 por ciento de sus créditos de vivienda en 14 organizaciones que se derivan de la Asamblea de Barrios, seis del Frente Popular Francisco Villa y tres de Patria Nueva.
    Así, de cada diez créditos que el gobierno de López Obrador otorgó para vivienda, seis fueron para organizaciones del PRD. (Reforma 9-5-04)
    De la totalidad del presupuesto de publicidad que el gobierno de López Obrador manejó para la prensa de enero de 2003 a julio de 2004, el cincuenta por ciento fue para un solo periódico, el amigo suyo, La Jornada. Esas son sus cifras oficiales.
    Y en publicidad para medios críticos, como Reforma, Crónica y El Economista, en el primer semestre de 2004 destinó la elocuente cantidad de cero pesos con cero centavos.
    ¿Ese es el que promete “no usar la Presidencia para ayudar amigos ni para destruir adversarios”?
    Promete “mejorar la atención del IMSS y del ISSSTE”.
    Pero, ¿mejoró los servicios de salud del Gobierno del Distrito Federal?
    Basta dar una mirada a los anaqueles de las farmacias de los hospitales del GDF para darse cuenta que están semivacíos como lo prueba el reportaje gráfico publicado aquí por Ariel Álvarez.
    En su oposición a la entrada del Seguro Popular a la capital, el gobierno de López Obrador argumentó que no era necesario, porque aquí la atención médica es “cien por viento gratuita”.
    Se trata, de nueva cuenta, de un engaño.
    En este periódico se publicaron las cifras que dio a conocer la Secretaría de Salud del DF, que revelan que el 41.5 por ciento de los que acuden a consulta externa en el primer nivel de atención en los centros de salud del gobierno capitalino, deben pagar por ella.

    El 50.6 por ciento paga los rayos X.
    El 23.7 por ciento tiene que pagar sus análisis.
    Y en el segundo nivel de atención, los hospitales del GDF sólo tienen un 74.1 por ciento de gratuidad en el rubro de consulta externa.
    Lo de las medicinas gratis en los centros de salud capitalinos es otro engaño.
    Aquí hemos publicado múltiples testimonios de pacientes de hospitales del GDF que corroboran esa falsedad.
    Esos testimonios tienen nombre y apellidos, como el de María Eugenia Torres, quien llevó a su hijo malherido al hospital de Xoco porque pensó que le saldría gratis, y no sólo le tuvo que suministrar el oxígeno manualmente al muchacho porque el respirador no funcionaba, sino que debió pagar una cuenta de 350 pesos por hospitalización y servicios.
    Durante 2004 la Secretaría de Salud del DF se ubicó en el cuarto lugar en el número de quejas por violaciones a los derechos humanos, sólo por debajo de las instituciones responsables de justicia, seguridad pública y reclusorios.
    La negativa a la prestación de servicios médicos en los centros de salud del gobierno encabezado por López Obrador, así como la deficiente atención y desabasto de medicinas son las principales causas de los reclamos registrados por la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal.
    ¿Ése es el gobernante que va a “mejorar la atención del IMSS y del ISSSTE”?
    Claro que no.
    Pero la mentira, repetida hasta marear, puede hacerse pasar por verdad.

  6. ME parece que tienes una opinión de poco valor y un poco prejuiciosa.En primer lugar tienes el derecho de opinar lo que gustes, lo cual amplía el espectro para que muchos imbéciles emitan juicios a la ligera. Ni modo, la libertad de expresión tiene su precio. Para ti es fácil decir que todo está mal, que ninguno de los candidatos vale la pena y etc etc etc; mucho de lo que siempre se oye. Al leer tu pobre texto esperaba el momento de la propuesta; es decir, quería que dijeras en algún momento que tal vez fulano o mengao era el adecuado para guiar las riendas del país, pero sólo vienen palabrerías. De nuevo, qué pena. Es igualmente reprobable que te guíes en una publicación poco confiable para atacar al candidato de la Coalición por el Bien de Todos, sabiendo -como lo dije hace unas líneas- que la libertad de expresión es tan amplia que permite a muchos miopes hablar a diestra y siniestra, como tú me has entendido. Es bien sabido que comúnmente los equipos de campaña de todos los partidos políticos utilizan todo tipo de trucos para atacar a sus adversarios, una cuestión que no excluye a ninguno, pero desgraciadamente esta situación no se detendrá porque hay idiotas que siguen basándose en esas informaciones poco confiables para emitir un juicio de opinión carente de validez, pues desde el origen hay un vicio incorregible. En fin, espero que tu próximo comentario sea más prudente. Saludos

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